El libro “Principios básicos del currículo” de Ralph Tyler del año 1973, nos aclara que este no debe ser utilizado como un manual para la creación del curriculum. Al comienzo del mismo plantea una serie de preguntas, las cuales se deben tener en cuenta previamente a la elaboración del curriculum como también para un sistema de enseñanza, las cuales serán desarrolladas en cada capítulo de este libro.
El primer capítulo, “¿Qué fines desea alcanzar la escuela?”, propone la necesidad de tener idea de las metas que seamos alcanzar para planificar el curriculum y tener una mejora constante del programa. Los objetivos seleccionados se verán reflejados en la selección del material utilizado. Para contestar este interrogante Tyler (1973) nos propone una serie estudios.
Comienza con el “Estudio de los propios educandos como fuente de objetivos educacionales” el cual nos comenta que “educar significa modificar las formas de conducta humana (…) sus objetivos son los cambios de conducta” (p.11).
Los “Estudios de la vida contemporánea” nos comenta que en cada etapa de la vida del alumno se deberá obtener información que intente encontrar aspectos que pueden ser utilizados con fines educativos, no sólo se puede investigar la vida individual, sino que algunos investigadores agregan a la investigación a los grupos sociales para conocer bien el entorno del aprendiz.
Tyler (1973) menciona en este libro acerca de los programas de estudio los cuales, por lo general, en las instituciones son elaborados por especialistas y estos ayudan a representan los objetivos deseados por la escuela. “El papel de la filosofía en la selección de objetivos”, se basa en seleccionar los fines más importantes y eliminar los más contradictorios. Las escuelas hacen una selección de valores que reflejan su filosofía, y son su meta a alcanzar. Continua con “El papel de la psicología del aprendizaje en la selección de objetivos”, la “psicología del aprendizaje permite distinguir qué cambios pueden esperarse en los seres humanos como consecuencia de un proceso de aprendizajes y cuáles estarán fuera de todo alcance”. (p.41)
En cuanto a la “Formulación útil de objetivos para seleccionar y orientar actividades de aprendizaje”, desarrolla que es importante organizar una lista en la cual se enumeren los objetivos que se consideren importantes, tanto para las actividades como para orientar el aprendizaje. El propósito de la educación para el autor es generar cambios en la conducta de los estudiantes.
En el segundo capítulo, Tyler (1973) nos plantea la siguiente pregunta: “¿Cómo pueden seleccionar actividades de aprendizaje con mayores probabilidades de alcanzar esos fines?”, para responder esta pregunta el autor se basa en una serie de aspectos. En relación a la “experiencia de aprendizaje” nos expone la interrelación de un estudiante con las condiciones externas, la conducta activa se encuentra en él. El educador debe emplear un método que estimule al estudiante y modifique el medio en el que están insertos.
En relación a los “Principios generales para seleccionar actividades de aprendizaje” el autor nos comenta que el estudiante para alcanzar el objetivo de la conducta deseada debe vivir una determinada experiencia. Debe determinar la oportunidad del estudiante de trabajar con el contenido y poder obtener una satisfacción. Además, las actividades deben generar reacciones esperadas dentro de las posibilidades de los alumnos, hay muchas actividades utilizables pero la escuela debe elaborar las que considere útiles para alcanzar su propio objetivo y, por último, la misma actividad puede generar diversos resultados en relación a los estudiantes.
Respecto a la “Ilustración de las características de las actividades del aprendizaje útiles para alcanzar diversos tiempos de objetivos” Tyler (1973) nos planta 4 puntos los cuales son: la actividad de aprendizaje para el desarrollo del pensamiento, actividades de aprendizaje útiles para adquirir conocimiento, actividades de aprendizaje útiles para adquirir actitudes sociales y, por último, las actividades de aprendizaje que sirven para suscitar el interés. “El estudio de las actividades aprendizaje ofrece la oportunidad de virtuosismo y de evaluación minuciosa de los proyectos definitivos para el programa de enseñanza” (p.84)
En lo que respecta al tercer capítulo, el autor expone “¿Cómo organizar las actividades para un aprendizaje efectivo?”. En relación a la organización Tyler (1973), fórmula que influye en la eficacia del currículum, en relación con la enseñanza y los cambios que se producen en los estudiantes. El criterio principal para la realización de una organización efectiva se basa en tres principios el de continuidad, secuencia e integración.
Basándose en la organización de elementos el autor nos hace referencia a la necesidad de seleccionar elementos los cuales servirán como conexión en la organización, además estos elementos necesarios deberán aparecer en todo el currículum, ya sea a lo largo o a lo ancho del mismo. Se solicita que los principios organizadores puedan ser utilizados como base para preparar el currículum en relación a los elementos principales. La estructura organizativa pude reunir las experiencias para lograr una organización efectiva.
Para la conclusión de este capítulo el autor esboza sobre que el proceso de planificar una unidad de organización significa la simultaneidad del trabajo con la planificación.
En el cuarto capítulo de este libro, Tyler (1973) enfatiza en el aspecto de la evaluación, preguntándose ¿Cómo evaluar la eficacia de las actividades de aprendizaje? El autor plantea la necesidad de la evaluación, con las etapas anteriormente nombradas en cada uno de los capítulos puede decirse que ya ocurrieron “etapas iniciales o intermedias” de evaluación.
La evaluación posee el objetivo de comprobar si se producen las experiencias de aprendizaje elegidas, el resultado de la misma será útil para la observación positiva del currículum y si es negativa se deberá corregir. En cuanto a “nociones fundamentales relativas a la evaluación” se deberá tener en cuenta a la hora de elaborar un currículum dado que debe juzgar la conducta de los estudiantes y no debe limitarse en un determinado tiempo, ya que los posibles cambios de los estudiantes pueden darse en distintos momentos del aprendizaje. Se deberá realizar una evaluación al comienzo del programa y otra posterior, al menos, para medir la magnitud del cambio.
“El proceso de evaluación comienza con los objetivos del currículo educacional” (Tyler, 1973, p.113). El planeamiento del currículum es constante dado que se deben evaluar los resultados y mejorarlo si sucede algún tipo de error. “Sucederá luego el replanteo, la reelaboración y (…) la reevaluación” (p.125). Teniendo en cuenta estos aspectos el programa de estudios será en su paso del tiempo más específico. Considerando otras valoraciones sobre la evaluación, el autor nos hace referencia sobre que la evaluación es un elemento considerado poderoso ya que nos esclarece los objetivos, pero no son aclarados tan específicamente en la preparación curricular, y además la elaboración de un programa amplio de evaluación nos brindara información detallada sobre cada estudiante y estos determinan cambios en ellos a medida que también se cumplen objetivos planteados en el currículum.
En su quinto y último capítulo, elabora como debe trabajar el personal docente en la elaboración del currículum, si se debe reconstruir el currículum se necesitará del accionar de todo un cuerpo docente o podrá realizarlo cada docente que pueda visualizar con claridad los objetivos, los tipos de experiencia que se realizaran para alcanzarlos y saber trabajar con los estudiantes.
Como reflexión personal la lectura de este libro me hizo pensar en cómo en esta época se veía al docente como un operario, el cual respondía a las demandas sociales de ese tiempo, preparar al estudiante para una vida en democracia y para el trabajo. No propone un cambio social, sino que este tipo de educación desarrolla una reproducción social. Me resulta conductista en el sentido reiterado de cambiar conductas de los alumnos dentro de las escuelas, y por último Tyler (1973) plantea a lo largo de su libro como la teoría informaba a la práctica, dejando en un segundo lugar a la práctica.